– Descubriendo el cosmos –

Historia de los Cohetes – Parte IV

Los primeros desarrollos estadounidenses y soviéticos
    2. Cohetes en la Unión Soviética

Introducción


Por su parte en Europa, la Unión Soviética también había llevado adelante su propio programa de desarrollo de cohetes. El primer intento de crear un cohete por los soviéticos se remonta al año 1939, cuando comenzaron la construcción del GIRD-10, un cohete que utilizaba oxígeno líquido y, como combustible, alcohol, pero el proyecto fue cancelado.

El GIRD, en castellano “Grupo de Investigación de Propulsión a Chorro”, era una institución que tenía la misión de desarrollar la tecnología de los cohetes. Lograron lanzar algunos cohetes de combustible líquido en la década de los ’30, pero muchos de los científicos encargados del proyecto terminaron en prisión durante las purgas de Stalin. Años más tarde, algunos de estos científicos fueron liberados por el propio Stalin y participaron en el nuevo programa para el estudio de misiles y cohetes basados en la tecnología alemana.

Los soviéticos se apoderan de la fábrica alemana de cohetes V-2


Al terminar la guerra mundial, los soviéticos se apoderaron de la fábrica de cohetes alemanes Peenemünde y de algún personal alemán asociado a la construcción del cohete V-2. Luego de apoderarse de sus conocimientos fueron deportados a Alemania en los años 50. Entonces se decidió que el desarrollo de cohetes de la Unión Soviética fuera realizado solamente por personal soviético. El programa de desarrollo de un misil se ubicó entonces en el polígono de pruebas Kasputin Yar, donde solo se podía acceder por ferrocarril.

Al finalizar la guerra mundial y el inicio de la Guerra Fría entre la Unión Soviética y Estados Unidos, Stalin sabía que los Estados Unidos y sus aliados de Europa sólo precisaban de misiles de corto alcance desplegados en Europa para alcanzar Moscú. Entonces Stalin ordenó el desarrollo de misiles que pudieran alcanzar el continente americano al otro lado del Atlántico. Fue así como los soviéticos crearon el famoso cohete R-1, cuya producción en serie comenzó en 1948.

El primer cohete desarrollado en la URSS: el R-1


Con muy poca publicidad, los soviéticos iniciaron su carrera espacial vinculada al desarrollo de los misiles militares. Se añadieron al R-1 motores auxiliares de dirección, se acoplaron ojivas o cabezas de guerra que portaban explosivos y un detonador.

Se realizaron numerosos experimentos para evitar el peligro de explosión, se mejoraron los aparatos de estabilización. Se descubrieron carburantes más eficientes y se logró controlar los cohetes en el aire mediante telemandos, todo esto gracias al rápido desarrollo de la electrónica. Todos estos adelantos, que tenían un enfoque puramente militar, contribuyeron de manera indirecta al desarrollo de la carrera espacial. 

Considerado el equivalente soviético del aleman Wernher von Braun, el ucraniano Sergei Koroliov fue el encargado de construir el nuevo cohete soviético R-7 en los años 1950. Irónicamente Koroliov, durante la “Gran Purga de Stalin”, había sido acusado de subversión y condenado a diez años de cárcel en Siberia.

La razón de su arresto sigue siendo un misterio, pero se supone que podría tratarse de una denuncia calumniosa o de relaciones con fines no políticos con otros científicos también sospechosos. En 1944 fue puesto en libertad por un decreto especial del gobierno y sus anteriores cargos fueron desestimados. Ese mismo año fue comisionado al Ejército Rojo con el rango de coronel.

Los soviéticos, desde el inicio nunca divulgaron su nombre real, para evitar que fuera secuestrado por los americanos. Después de varios diseños y propuestas, el OKB-1 (Osoboye Konstruktorskoye Buro) en español “Buró de Diseños Especiales – 1”, determinó que el vehículo dispondría de cuatro aceleradores o bloques que rodearían la unidad central y serían desprendidos en el aire una vez que agotaran su propelente. El R-7 debería ser capaz de volar unos 8.500 km de distancia impulsando una masa total al momento del despegue de 283 toneladas.

Fig. 1.4.2.1 Misil sovietico R 1 listo para su despegue en 1952
Misil soviético R-1 listo para su despegue en 1952

El primer misil soviético


El primer misil listo para su uso salió de la fábrica en 1952. Para su puesta en marcha, se necesitaban 20 vehículos y propelentes líquidos como oxígeno líquido, alcohol y peróxido de hidrógeno, y permanganato como catalizador. Se necesitaban seis horas para preparar el cohete para el lanzamiento y tenía un rango de error o precisión de unos 1.500 metros.

La primera unidad militar concebida para la utilización de los R-1 fue la 23 Brigada, que había sido constituida dos años antes, en diciembre de 1950. Cada brigada estaba equipada con seis de estos nuevos misiles. En total llegaron a lanzarse 162 cohetes R-1 hasta septiembre de 1964. Posteriormente Koroliov desarrollaba con éxito los misiles R-2 y R-7.

El primer ICBM exitoso: el R-7


El nuevo cohete R-7 era un monstruo de 267 toneladas al despegar, con sus 30,5 metros de altura fue el primer ICBM exitoso de la Unión Soviética. El R-7 Semyorka, en ruso “Siete Pequeño” y en occidente conocido como SS-6 Sapwood, era suficiente para llevar la bomba nuclear soviética más voluminosa a una distancia de 7.000 km.

Por fortuna, la Unión Soviética disponía de un vasto territorio para sus fines de probar el cohete R-7 y esto posibilitó la instalación de un polígono de pruebas de enormes dimensiones. En concreto, el centro de lanzamiento y el área adyacente de impacto quedarían instalados en una extensa zona que se distribuía entre el Mar de Aral y la Península de Kamchatka.

Lanzamieto de un R-7 soviético.
Lanzamieto de un R-7 soviético

Su primer lanzamiento exitoso fue en 1957, enviando una carga simulada hasta la península de Kamchatka. Esta noticia conmocionó a Estados Unidos ya que su territorio dejaba de ser una zona libre de destrucción en caso de un conflicto bélico.

Ese mismo año Koroliov proponía al gobierno de la URSS, utilizar el cohete R-7 para lanzar un satélite a la órbita terrestre.

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